
Meghan Markle y el príncipe Harry interpusieron una demanda por invasión de la privacidad tras las fotos que fueron tomadas a su hijo Archie, mientras la familia estaba en su hogar en el sur de California.
Según Deadline, la demanda presentada el jueves en el Tribunal Superior de Los Ángeles, Meghan y Harry de Inglaterra nombran a un paparazzi y a otra entidad individual o comercial. Dicen que los fotógrafos han usado drones y helicópteros para tomarles fotos a ellos y a su hijo Archie, para luego comercializarlas.
«Esta residencia, jardín y patio están cerrados al público, y nadie puede escuchar las conversaciones de las personas o ver a las personas allí sin la ayuda de dispositivos visuales o por traspaso físico a la propiedad», refiere el recurso interpuesto por Meghan Markle y Harry.
La pareja, que dio un paso atrás como miembros de alto rango de la familia real británica, presenta esta petición para proteger el derecho a la privacidad de su hijo en su hogar sin la intrusión de los fotógrafos, y para descubrir a aquellos que buscan beneficiarse de estas acciones.
Tanto Meghan Markle como el príncipe Harry, que viven en Los Ángeles, consideran que estas fotografías son invasivas y solo buscan sacar provecho del niño. Estiman que las ventas de dicho material, avivan el mercado de los paparazzi y provocan aún más acoso.
Una vez que el fotógrafo y el medio de comunicación estén identificados, la pareja «buscará órdenes judiciales que exijan a las partes infractoras que entreguen todas las fotografías tomadas ilegalmente de su hijo», según el medio citado.